El Cairo, 16 sep (PL) Además de centenares de heridos y decenas de arrestados, los cinco días de protestas en Egipto contra una película insultante para el Islam dejaron dos muertos, reportó un informe oficial circulado hoy.

Las manifestaciones estallaron el martes pasado cuando comenzó a expandirse por el mundo musulmán una ola de violencia por la difusión en el ciberespacio de una cinta de factura menos que aficionada que insulta la vida del profeta Mahoma.

Poco después que en esta capital los manifestantes violaran el perímetro de la embajada estadounidense, una muchedumbre atacó el consulado norteamericano en la ciudad libia de Bengasi, prendieron fuego al edificio y causaron la muerte del embajador Christopher Stevens y de tres miembros de su personal.

Esos ataques fueron una suerte de aviso para el comienzo de un maremoto de protestas que hasta el presente abarca a dos decenas de países en el Medio Oriente, Africa al norte y el sur del Sahara, Europa e incluso Oceanía, y han causado alrededor de 10 muertes.

Washington ha respondido a la crisis enviando soldados a Libia, donde su influencia política es palpable; una petición similar para despachar militares a Jartum, la capital de Sudán, fue rechazada por el gobierno, cuyo presidente, Omar al Bachir, será recibido hoy aquí por el presidente Mohamed Morsi.

El viernes la tensión en esta capital era tangible por la convocatoria de una marcha del millón de hombres, pero disminuyó después que los Ajuan Musulmín (Hermandad Musulmana, islamistas) desviaron a sus miembros del centro metropolitano, donde indignados combatían con la policía antidisturbios.

Reportes de fuentes oficiales dijeron que en ambos bandos hay casi 300 heridos por perdigones y las piedras lanzadas por los manifestantes e intoxicados por los gases lacrimógenos empleados por los uniformados; otras fuentes fijan la cifra en cuatro centenares.

El primer reporte sobre una muerte en las protestas aquí, un hombre del que sólo se dijo que tenía 36 años, circuló el viernes; el primer ministro Hicham Qandil dio cuenta de otra muerte en las filas de los manifestantes el sábado.

La virulencia de las manifestaciones contra la política estadounidense en el Levante muestra la existencia de un resquemor subyacente listo a estallar que aconseja una reevaluación de la política de Washington en la zona, improbable dados sus compromisos con Israel.

En el ámbito interno estadounidense, está por ver cuál será el impacto de la crisis entre los electores vísperas de los comicios presidenciales de noviembre próximo, cuyos resultados son imprecisos, según las encuestas de opinión.