Islamabad, 15 sep (PL) El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, pidió hoy a Estados Unidos poner fin a los ataques con aviones teledirigidos por considerarlos contraproducente en la lucha contra la insurgencia y lo exhortó a buscar soluciones alternativas.

Zardari discutió con el enviado especial de Washington para Afganistán y Pakistán, Marc Grossman, la situación bilateral, la lucha contra la militancia, la situación regional, el narcotráfico y los ataques con aviones no tripulados, refirió a periodistas aquí el portavoz de la Presidencia, Farhatullah Babar.

Según sus acotaciones, el presidente recalcó la necesidad de trabajar de conjunto por revivir la confianza mutua y expresó la esperanza de que la visita de la canciller Hina Rabbani Khar a Estados Unidos (18 al 22 de septiembre) ayude a reencauzar el diálogo estratégico bilateral.

En ese contexto, señaló que el objetivo de establecer una duradera y sólida ecuación Islamabad-Washington seguirá siendo difícil hasta tanto no se resuelva un común déficit de confianza.

Reiteró que su país, sabedor de cuánto ello significa para su propia estabilidad, seguirá apoyando los esfuerzos de la comunidad internacional por alcanzar la paz y la reconciliación en Afganistán mediante un proceso dirigido por los propios afganos.

Zardari apuntó además que Pakistán y Estados Unidos comparten el objetivo de derrotar a Al Qaeda y el terrorismo, y recalcó que ese objetivo solo podrá alcanzarse mediante coordinadas acciones en la frontera con Afganistán.

Las relaciones bilaterales sufrieron un serio y aún no superado golpe cuando en noviembre del año pasado aeronaves de la OTAN mataron por error a 24 soldados pakistaníes que custodiaban los límites con la vecina nación.

El portavoz indicó que los interlocutores también abordaron el tema del floreciente tráfico de drogas ilícitas, que según un reciente informe de la ONU ha rendido a los talibanes unos 100 millones de dólares.

Zardari hizo notar que si en su momento la heroína había sido desarrollada como un arma de guerra, ahora se ha convertido en una importante fuente de financiamiento para la insurgencia e instó a la comunidad internacional a encontrar una solución al problema.

Al condenar una película ofensiva al Islam producida en Estados Unidos y que ha levantado una ola de protestas en el mundo musulmán, subrayó la necesidad de acciones colectivas a favor del respeto a las personas de diferentes comunidades y credos.