Caracas, 8 sep (PL) La campaña electoral con vistas a los comicios presidenciales del 7 de octubre y las revelaciones sobre el hasta ahora secreto programa de gobierno del principal candidato opositor, dominaron la semana política en Venezuela.

El lunes, durante un contacto telefónico con el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, el presidente, Hugo Chávez, alertó nuevamente sobre el «paquetazo» que el candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, «tiene escondido bajo la manga».

En esa ocasión, el mandatario calificó de mentiroso a Capriles y le exhortó a presentar el plan de gobierno verdadero que aplicaría de resultar elegido en los comicios de octubre venidero.

Detalles de ese programa habían sido develados por el dirigente opositor y exgobernador del estado Anzoátegui, David de Lima, quien argumentó que contiene «propuestas alarmantes», que persiguen «desmantelar el poder económico del Estado» y adoptar un programa abiertamente neoliberal.

El jueves, el diputado a la Asamblea Nacional por el opositor partido Un Nuevo Tiempo, William Ojeda, también denunció el plan y expresó su desacuerdo con lo que denominó «paquetes de medidas con pretensiones de ajuste macroeconómico, que dejan de lado a la gente».

Ambos dirigentes opositores alertaron sobre las consecuencias que traería la aplicación de semejante programa, que podrían llegar hasta provocar una guerra civil en el país.

Ojeda aseguró que quienes pretenden hacer del pueblo apenas una estadística en una fría hoja de cálculo se equivocan, y cualquier política neoliberal que «alguien tenga en su agenda», no obtendrá éxito alguno porque el pueblo de Venezuela «no acepta esos arrebatos economicistas».

Mientras tanto, el presidente Chávez continuó durante la semana las denuncias de los propósitos opositores, al tiempo que insistía en la necesidad de la permanente movilización de las fuerzas revolucionarias para garantizar una amplia victoria en los comicios de octubre.

El viernes, exactamente un mes antes de la cita electoral, el líder socialista sostuvo un multitudinario encuentro con varios miles de activistas y líderes de los comandos de su campaña a nivel nacional, estatal, municipal, parroquial y de centros de votación.

En esa ocasión, insistió en evitar el sectarismo y fortalecer la unidad y orientó a sus seguidores a reforzar la organización, la logística y la coordinación, a fin de conseguir una «victoria perfecta» en las elecciones, en las que -dijo- «está en juego la vida de nuestro país, la vida de la patria, está en juego la vida de Venezuela».