Caracas, 01 Ago. AVN.- Con el fin de crear conciencia en los pueblos de América Latina sobre la importancia del agua para la existencia del planeta, el Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Capítulo Venezuela, presentará el Anteproyecto de Ley Marco sobre el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento en la XVIII Reunión de la Comisión de Medio Ambiente y Turismo, que se realizará en Brasilia, Brasil, el próximo 29 y 30 de agosto.

Así lo informó este miércoles la vicepresidenta del Parlatino Venezuela, Ana Elisa Osorio, quien además resaltó que la norma esta fundamentada en considerar al recurso hídrico como un derecho humano que no puede ser restringido por ningún tipo de discriminación.

A su salida de la sesión ordinaria, Osorio señaló que la purificación del agua es trascendental para garantizar la salud de los consumidores, pues este recurso es vehículo de muchas enfermedades, es por ello que «los Estados están en la obligación de asegurar su saneamiento».

«Esta ley le sale al paso a toda una onda privatizadora del recurso hídrico que se ha venido dando en el mundo, producto de una agenda neoliberal impulsada por el Fondo Monetario Internacional», añadió.

Asimismo, consideró que el consumo doméstico del agua debe tener prioridad sobre otros usos, sin dejar de reconocer la importancia para el desarrollo de los pueblos del uso agrícola e industrial del vital liquido.

El anteproyecto fue aprobado en consenso por la comisión venezolana. La norma está inspirada en la Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios de Agua Potable y de Saneamiento de Venezuela, en la que se declara el agua como un bien publico.

«Pretendemos que el documento sea aprobado por el Parlamento Latinoamericano en diciembre durante nuestra asamblea general, y que cada uno de los diputados lleve esta ley a sus asambleas y congresos para mejorar las legislaciones nacionales», explicó.

El instrumento jurídico consta de 15 artículos y tiene como objetivo instar al reconocimiento del acceso al agua potable y a los beneficios del saneamiento como derecho humano diferenciado y complementario del derecho a la vida.

Este derecho debe ser asequible para todos, en particular para quienes habitan en las zonas rurales y las zonas urbanas desfavorecidas, así como para poblaciones vulnerables.