Naciones Unidas, 4 jun (PL) El texto de la declaración de la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) está hoy acordado en solo un 20 por ciento, a dos semanas de la cita y pese a una ronda adicional de negociaciones.
Al concluir el pasado sábado una semana extra de discusiones, la cantidad de párrafos pactados no sobrepasa los 80 de un total de más de 320 propuestos por los 193 Estados miembros la ONU, según fuentes diplomáticas en la sede del organismo mundial.
A pesar de reconocer el reducido avance conseguido, el vicepresidente del comité preparatorio de Río+20, Kim Sook (Corea), resaltó ese progreso frente al seis por ciento existente al inicio de los debates.
El diplomático también aseguró que hay «muchos otros párrafos cerca de ser acordados», cuando resta una sola ronda de negociaciones del 13 al 15 de junio en Río de Janeiro, una semana antes de la conferencia, programada del 20 al 22. Por su parte, el subsecretario general de la ONU a cargo de Río+20, Sha Zukang, reclamó acelerar las discusiones para poder presentar «un documento digno para la firma de los jefes de Estado y Gobierno».
Dijo que todavía quedan por resolver puntos clave como la integración de las dimensiones económica, social y ambiental dentro del desarrollo sostenible y las áreas prioritarias de los llamados los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El dirigente de la ONU insistió en lo que denominó políticas opcionales de la economía verde «como herramientas para avanzar hacia el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza».
En esa línea también mencionó la necesidad de tomar decisiones sobre «las instituciones necesarias que respalden el desarrollo sostenible».
La llamada economía verde y todo lo que esa noción encierra constituye uno de los aspectos que más resistencia encuentra por parte de las naciones en desarrollo.
Para un buen número de ellos, con la imposición de esa noción se pretende mercantilizar la cuestión de la lucha por el desarrollo sostenible y contra el cambio climático, sin alterar en nada los actuales patrones de producción y consumo en el mundo.
Otro aspecto polémico está en la pretensión del mundo industrializado de ignorar el principio de responsabilidades compartidas, pero diferenciadas, en materia de protección ambiental, adoptado por la Cumbre de la Tierra de 1992, antecesora de Río+20, según trascendidos.
Hace una semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió a los negociadores a concretar el texto en discusión y les advirtió que son responsables de hacer lo correcto «aquí y ahora, esta semana».
Nadie pretende que los países sacrifiquen sus intereses nacionales o de grupo, indicó, pero alertó que todos deben estar preparados para colocarse por encima de ellos porque «en el mundo actual los intereses globales son el interés nacional».
La ONU anunció que más de 135 jefes de Estado y Gobierno ya confirmaron su participación en Río+20, así como cientos de organizaciones no gubernamentales, empresarios, parlamentarios, alcaldes, académicos y otros grupos y sectores.
Follow @pbolivariana