Madrid, 2 may (PL) El Atlético de Madrid reivindicó hoy esa estirpe sufridora que cantó Joaquín Sabina, al permitir un empate con la Real Sociedad a pocos minutos de regresar a la «Champions».
Dicen en España que nadie sufre como un «colchonero» (hincha del Atléti), siempre listo para una decepción, aunque no para el gol del mexicano Carlos Vela que enmudeció al estadio Vicente Calderón.
Si bien frustrante, el resultado fue quizás justo para un partido mediocre, que los rojiblancos encararon con un hombre de menos, tras la expulsión del autor de su solitario gol, Gabi Fernández.
Este resultado anula las posibilidades numéricas de clasificar a la Liga de Campeones del próximo año, y ahora el once de Diego Simeone se concentrará en la cercana final de la Europa League.
El «Cholo» Simeone defendió a su equipo, que «está haciendo un esfuerzo enorme, con una entrega increíble», aunque estimó que las opciones de gol fueron inferiores hoy.
Lamentó los cuatro cruciales puntos que se escaparon en los dos últimos encuentros, negó que la final de Bucarest disociara a sus jugadores, y achacó el gol del empate a la expulsión de Gabi.
Aún así, admitió que «quizá» el equipo se echó demasiado atrás con diez jugadores y reconoció que necesita trabajar más en la defensa para impedir tantos goles a balón parado.
Los análisis posteriores denuncian además la falta de ritmo en el conjunto rojiblanco, que lo poco que hizo fue en la primera mitad, como un disparo atajado al colombiano Radamel Falcao.
El Atlético de Madrid disputará el próximo 9 de mayo la final de la Liga Europa frente al Athletic de Bilbao, y los «colchoneros» esperan reeditar su triunfo de hace dos años y tener algo de gozo entre tanta agonía histórica.
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